Algo extraño tienen las películas tristes, trágicas o brígidas que nos gustan tanto. No sabemos bien que es, quizás somos depres o pesados y ni nos hemos dado cuenta, pero a veces mientras más pa la cagá nos dejé una peli más ganas nos dan de verla una y otra vez.
En la escala de la depresión audiovisual hay muchos niveles pero en esta modesta selección nos dejamos llevar por las serias secuelas en nuestro estado de ánimo que nos dejaron cada una de las que conforman este infame listado de “Las 9 películas más mala onda de la vida”.
En un pequeño pueblo de los E.E.U.U. una misteriosa niebla tormentosa irrumpe violentamente. Los pobladores no entienden mucho lo que está pasando y deciden quedarse guarecidos en un super. Lo que parece ser sólo un violento vendaval de pronto toma matices supernaturales. Un filme muy misterioso, que parece ser un thriller de terror más pero tiene ese ingrediente extra que hace de The Mist una peli única.
Lo más mala onda: El final!! Ese máldito final que nunca vamos a poder olvidar.
Un grupo de amigas se van a de excursión a conocer unas cavernas en algún sector rural del Reino Unido. Todo sigue su rumbo normal salvo algunas dificultades técnicas pero repentinamente las chicas se sienten atemorizadas por una presencia que no logran identificar.
Además de que The Descent puede ser una de las películas más horripilantes del siglo XXI, todo lo que sucede en la pantalla nos duele mucho y nos deja con una sensación muy mala onda al final de los créditos. The Descent es una de las películas más duras de ver.
Lo más mala onda: Los momentos en que pensamos que todo se va a arreglar y not. Todo se pone peor.
La vimos hace muy poco y nos dejó marcados para la vida probablemente. Es más, se nos ocurrió hacer esta lista gracias a esta joyita. El plot? Un joven Michael Fassbender lleva a su novia de viaje a un lugar secreto de un lago. Al parecer todo el sitio está dispuesto para ellos, pero después de un rato tienen compañía, un grupo de molestosos adolescentes del sector que serán su peor pesadilla.
Eden Lake es tortuosa, dura de ver, sangrienta y triste. Todo lo que nadie quiere ver tan seguido.
Lo más mala onda: Lo violento de los castigos que los pendejos se despachan. Muy difíciles de ver.
Si bien todas las películas anteriores tenían la violencia y la sangre como grandes protagonistas, esta They Shoot Horses va por otra latitud. Su densidad no va por lo grotesco del contexto o las muertes que vemos en pantalla sino que por la misma necesidad y depresión que se palpa en cada cuadro.
En la época de la gran depresión gringa se organiza una maratón de baile. El premio? $1.500 dólares de plata para la última pareja que quede en pie bailando y en esta consigna los concursantes son capaces hasta de matarse por llevarse el gordo.
Lo más mala onda: Todo en esta película es triste. Todo deprime. Un aplauso para Pollack que es capaz de transmitirnos esas sensaciones en cada minuto.
Si los cabros de la anterior Eden Lake eran sádicos y mala onda, estos dos les vuelan la raja.
En la casa del lago de una familia adinerada aparecen dos jóvenes de aspecto muy piola a pedir prestados unos huevos. Intencionalmente los rompen una y otra vez pretendiendo que fue sin querer. La dueña de casa se aburre y los intenta corretear pero ahí es donde parten estos jueguitos que en cada momento se tornan más como el pico.
Lo más mala onda: La impotencia que sentimos al ver la frialdad con que este par de muchachos hacen lo que se les antoja.
Si bien hollywood se ha encargado de mostrarnos el horrible flagelo de las drogas via Trainspotting, Requiem for a dream o Kids, ninguna película de adictos es tan terrible como Leaving Las Vegas.
Todo en esta película parece una pesadilla. Desde el hígado de un frustrado escritor encarnado por Nicolas Cage hasta el amor imposible de este con una prostituta de Las Vegas. Leaving Las Vegas es de esas películas que cuesta ver siempre.
Lo más mala onda: La determinación de un hombre por no parar de tomar hasta morir. Este puro concepto no es parece terrible.
Sin tener ninguna explosión ni sangre ni edificios destruyéndose, Testament es indiscutiblemente el mejor drama post bomba nuclear hecho en la historia.
Todo parece andar de maravillas en una perfecta familia gringa hasta que la radio anuncia que están siendo atacados por bombas nucleares, luego de eso un flashazo incandescente y la vida de toda una comunidad se va a la reverenda mierda. Testament es angustiante, violenta y totalmente desesperanzadora.
Lo más mala onda: La constante tristeza de una madre que ve con impotencia como todo se desvanece pero igual tiene que dar cara. Esa sensación es horripilante.
La primera vez que vimos Saló no lo podíamos creer. Es un combo en la jeta a todo lo que habíamos visto hasta ese punto. Creo que sólo la hemos visto cómo dos veces y nos basta para no querer volver a ponerle play, o ya bueno quizás si.
Saló es atrocidad trás atrocidad. Pedofilia, coprofilia, tortura, esclavitud y todos los abusos imaginables en una sola película. Todo en Saló es innecesario pero necesario.
Lo más mala onda: Pensar que todas las mierdas que pasan en esta película pueden haber sido verdad. Totalmente no recomendable.
Hace 10 años atrás creíamos que nos habíamos visto todo lo peor que el cine puede ofrecer. Desde pornos rancias, hasta pseudo snuffs y cochinás gore que nos dejaron mirando pal’ lado, pero cabros, creo que nunca en la vida hemos tenido las ganas de hacer un tremendo ctrl-z a nuestra vida hasta que vimos Martyrs.
Martyrs es un maltrato a nuestros sentidos mal. Una película que se cultiva en el concepto de la tortura y de paso nos tortura y nos tritura a todos los que la vemos. De verdad chiquillos, Martyrs es terrible en todo sentido y a veces desearíamos no haberla visto nunca.
Lo más mala onda: Todo. Desde la idea hasta la ejecución.
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