The Irishman ha de ser una de las películas más esperadas por miles de personas de tres o hasta cuatro generaciones distintas. Si bien, DeNiro, Pacino, Pesci y Scorsese tuvieron su apogeo en década del 70, muchos de los que vinimos después, también deliramos con todo ese maravilloso cine de restaurantes de comida italiana, de bares oscuros, de palizas en callejones, de garabatos a la orden del día y de todo ese ambiente gánsteril que se siente tan crudamente real pero que siempre fascina.

Las expectativas de muchos con The Irishman no es menor, muchos pensamos que debiese llenar ese slot de ser la película definitiva y a ratos sentimos que está muy cerca. Pacino y DeNiro quiénes junto a Nicholson deben ser los tres mejores actores de los últimos 50 años, han compartido pantalla en varias ocasiones y siempre sacan chispas, sin embargo cuando se mencionó que este nuevo encuentro iba a ser dirigido por el tremendo Martin Scorsese y con el ingrediente Joe Pesci, el mundo entró en una espera eterna que este año se materializó en esta soberbia pieza cinematográfica.

Con 3 horas y 15 minutos, Scorsese nos guía por el nacimiento, apogeo y decadencia de Frank “The Irishman” Sheeran, un camionero que luego de un par de “fortuitos” encuentros con Bill Buffalino y el mismísimo Jimmy Hoffa se transforma en un reconocido pintor de casas. Narrada por el mismísimo DeNiro a través de una serie de flashbacks, The Irishman es un desfile momentos épicos en donde cada uno de este puñado de actorazos hace lo suyo de una forma tan cómoda que traspasa la pantalla y nos hace sentir esa complicidad y respeto de viejos amigos. DeNiro con la calma y atención que precisa un novato, Pesci recatado, maduro y de impronta intimidante y Pacino que se mantiene en lo que lo hace una leyenda: ir en grande y arrasar.

Scorsese con un nivel de respeto asombroso dirige magistralmente a este puñado de actores que aun bordeando los 80 se despachan 200 minutos de escenas inolvidables que junto a la mezcla de acción, narrativa, la nostalgia y el humor justo generan una sensación única de un sueño cinematográfico hecho realidad.

Aún estamos un poco en shock con The Irishman y tenemos muchos sentimientos en nuestro corazón que nos dificulta la misión de ser totalmente objetivos pero si hay una cosa que decretamos fervientemente, The Irishman es la colaboración más importante entre los mejores actores y uno de los mejores directores de todos los tiempos y esto sin duda la hace imperdible. Emulando esa tradicional frase de review gringo, un clásico instántaneo.

⭐️9/10