En tiempos de confinamiento, hay muchas cosas que extrañamos. Ver a la familia, los carretes con amigos, caminar por la ciudad, pero sin duda, lo que más se extraña, es pasar por una Schopería e hincarle el diente a un completito. Recordamos con una tremenda nostalgia esos días de barra, schop y vienesa/tomate/palta/americana/mayo/salsa verde/, que es nuestro “armado a medida” favorito.
No vamos a mentir, es probable que 6 de 7 días de la semana pensemos en completos. Revisamos las fotos que tenemos guardadas para revivir esos momentos de gloria, así como los enamorados miran las fotos de la persona a la que aman. Y es por eso mismo, amigos, que nos sentimos con el corazón a medias. Que nos falten completos es como si nos faltara oxígeno. Y en estos días hemos tenido tiempo suficiente para pensar en los 6 seleccionados que más añoramos.
No van a creernos. No queríamos poner en este ranking a la Suiza. El motivo, es que este lugar ha sido parte de nuestra vida desde siempre, pero… con el correr de los años ha bajado la calidad y hoy por hoy nos genera un sentimiento de amor/odio. Amor, porque fueron años de completos rebosados de palta, con una mayo de primera y un pancito crujiente y perfecto. Odio, porque desde que empezaron a ampliarla, perdió la magia de la picá chiquitita y hogareña, transformándose en un local lleno de promociones y combos, que por lo mismo se llenó de gente, en consecuencia retrasó los tiempos de atención y bajaron la calidad de sus productos. Pero todos sabemos que donde hubo fuego, cenizas quedan. Así que decidimos considerar a la Fuente Suiza porque su estándar de completos fue de los mejores durante muchos años y fueron, en parte, esas visitas las que nos formaron como expertos de este clásico nacional.
La Munich tiene muchas cosas buenas. Schopitos, terraza, barra, colaciones, carta amplia de comida tradicional, sánguches y buena atención. Pero si hay algo que nos gusta de la Munich, son sus completos. Pareciera que hay un gran experto detrás de la elaboración de este deleite, porque todo conjuga en su máxima expresión, es decir, todos los ingredientes, desde el pan hasta la mayo, están cuidadosamente pensados para hacer de este, un gran completo. Ojo, hacer un buen completo no es tan fácil como parece, porque darle al clavo simultáneamente al tostado del pan, al sabor de la mayo, a la cantidad de palta, a lo jugoso del tomate, a la intensidad del chucrut y americana y a la mezcla de salsa verde, es difícil de encontrar, solo es esperable de un buen conocedor de completos. Por eso, los de la Shopería Munich son de los que más recordamos a la hora de volvernos nostálgicos por esos tiempos de libetad y bajones.
El clásico de las Fuentes de Soda son los completos. O sea, los sánguches, la cerveza, pero nuestra idiosincrasia ha posicionado al completo como el sánguche nacional. Que puedas encontrarlo en los carritos bajoneros de la calle, o en restaurantes pitucos, lo confirma. Pero darles un sello propio, y que sepan sabrosos, es maestría de unos pocos. En el Palo Alto creemos que han logrado dar con ello. No es solo estar en una Fuente de Soda tradicional en medio de la plaza Pedro de Valdivia. No es la atención cordial de los meseros. No es poder disfrutar de los partidos de fútbol mientras estás con tus amigos en un lugar tranquilo. O quizás es todo esto, sumado a la precisión de los sabores del completo, lo que nos hace pensar en cuánto extrañamos ir a comernos uno, en estos días de encierro.
En una de las Fuentes de Soda más consagradas del Gran Santiago, se encuentra uno de los completos más sabrosos de la ciudad. Es que no podía ser de otra manera. El Poker es de esos lugares que se parecen a muchos otros por la estética, pero el sabor es tan único, que lo convierte en un paraíso de una dimensión paralela. Estamos incompletos sin nuestras visitas a la calle San Antonio por una parada en el Poker y un “cargadito a la mayo”, o unos cuantos.
Jamás podremos olvidar el día que fuimos por primera vez a comernos un completo al Elkika. Fuimos al de Tobalaba. Lo pedimos italiano con salsa americana. El deleite de saborear cada bocado de completo nos hizo olvidar el entorno, la compañía, el bullicio del local, para volvernos uno solo con nuestras papilas gustativas y enviarle LA SEÑAL a nuestro cerebro. Listo, favorito. Elkika, tus completos nos volaron la mente.
La verdad es que fuimos durante varios años a Las Lanzas sin haber comido sus completos. Alguna vez, hace años atrás, los probamos, pero no nos pasó mucho. Sin dudas la comida de esta picá es riquísima, así que seguimos visitándola a menudo. Hasta que el año pasado, en un deseo de innovación, pedimos un completo dinámico, sin chucrut y con salsa verde. La mezcla de sabores fue tan fantástica, que desde entonces nos hicimos adictos, pero amigos, realmente adictos. Durante esta cuarentena hemos sentido dura la abstinencia, no obstante, la semana pasada Las Lanzas abrió con delivery y dentro de su carta acotada, dada la pandemia, para nuestra suerte incluyeron completos. Obviamente fuimos a zamparnos unos cuantos y realmente logramos sentir cómo nuestro cuerpo agradeció sentirse de regreso en su zona de confort.
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